Banner

 “Análisis sobre seguridad ciudadana, sistema de justicia y políticas públicas desde un enfoque humano.”

Hablemos de Criminología

Text + image

<h2 style="white-space:pre-line">Sobre mí</h2>
Experta en criminología, seguridad ciudadana y activa defensora de la justicia social. 
Creo firmemente que el sistema de justicia muchas veces falla a quienes más lo necesitan, y por eso dedico gran parte de mi tiempo a analizarlo, criticarlo y proponer alternativas desde la prevención, la educación y la inclusión.
En mis redes encontrarás análisis técnicos, reflexiones sociales y contenidos pensados para cualquier persona interesada en entender mejor el fenómeno criminal.

Recent blog posts

Artículos

Speaker at business conference, corporate presentation, workshop, coaching training, news conference, company meeting, public or political event. Public speaking concept.

El caso de Celso Gamboa, pone en evidencia una vez más cómo el exceso de poder puede convertirse en una puerta de entrada para el crimen organizado cuando no existen verdaderos límites institucionales ni éticos.¿Cómo alguien que parecía tenerlo todo (educación, reconocimiento y poder) llega a perderse en el camino por estar presuntamente al servicio del crimen organizado?Más allá del concepto tipificado en la ley como delito, la corrupción puede verse como ese uso indebido del poder delegado, ya sea público o privado, para obtener un beneficio personal o grupal, a costa del bienestar colectivo o del cumplimiento de las normas. No se limita solo al beneficio económico, también puede incluir favores normalizados, decisiones parcializadas, omisiones intencionales y prácticas estructurales toleradas por cultura o conveniencia.El delito de corrupción no aparece de forma repentina, se desarrolla como un comportamiento progresivo alimentado por el poder, la impunidad y la falta de límites institucionales. A menudo, quienes llegan a ocupar cargos públicos aprenden desde adentro cómo funciona el sistema, cómo burlarlo o cómo protegerse del propio sistema. El poder mal fiscalizado se convierte en una zona de confort para el abuso.Primero se justifica una omisión “por estrategia”, luego, una reunión informal y más tarde, un favor a cambio de otro. Y así, el poder se convierte en una forma sostenida para ejercer influencia, enmascarada de eficiencia o liderazgo. Este tipo de conducta se refuerza en estructuras donde los controles son débiles, las lealtades personales pesan más que las reglas, y los incentivos para actuar con ética son nulos. En ese contexto, el crimen organizado no necesita infiltrar a los corruptos: solo tiene que esperar a que se corrompan por sí solos.Uno de los antídotos más eficaces contra la corrupción es la alternancia y distribución real del poder. Durante décadas Costa Rica estuvo gobernada por dos tendencias políticas, limitando la participación de otras representaciones en el poder. Durante este tiempo se crearon beneficios y abusos legales a favor de ciertos sectores privilegiados del país, generando en la ciudadanía desconfianza y rechazo hacia el aparato estatal.Esto ha llevado al país a elegir en los últimos años a nuevas tendencias políticas, permitiendo que haya más representación ideológica y obligando al Poder Ejecutivo y Legislativo a dialogar y llegar a consensos. No obstante, no ha sido fácil para estas nuevas organizaciones políticas atender los problemas estructurales que aquejan al país y se ha vuelto cada vez más común que las personas depositen sus esperanzas en líderes individuales, que se presentan ante la ciudadanía como los únicos capaces erradicar la corrupción a costa del debido proceso, erosionando los principios fundamentales de una democracia.El poder sin controles o límites no es la forma de combatir la corrupción, porque es justamente la concentración del poder la que desvía a los líderes políticos del camino ético, por el contrario, la alternancia y distribución del poder en los últimos años es la que ha permitido que se evidencien las grietas de nuestro aparato estatal, y ha sacado a la luz nuevos casos de corrupción.Cuando la ciudadanía renuncia a la vigilancia crítica y se normaliza que una sola persona, ya sea presidente, fiscal, magistrados o diputados, concentren decisiones, el resultado casi siempre será el mismo: abuso, impunidad y erosión de derechos y libertades.El caso Celso Gamboa no es solo uno más: es el reflejo de un sistema que ha permitido por años ascender a quienes saben moverse entre la influencia, la impunidad y el silencio.

Corrupción y poder

&nbsp; En la teoría, el sistema de justicia penal está diseñado para proteger a la sociedad y sancionar la conducta delictiva. Pero en la práctica, en América Latina no todos los culpables van a la cárcel, y muchos de quienes están tras las rejas ni siquiera han sido condenados.Lo que marca la diferencia quizás no sea la culpabilidad, sino el acceso a una buena defensa legal o el nivel socioeconómico del acusado, una realidad sostenida por cifras, estudios y experiencias acumuladas a lo largo de los años. La cárcel, lejos de ser un espacio para la justicia, se ha convertido en una trampa diseñada para capturar a quienes menos tienen y no puedan pagar por una defensa más justa.🧾 El perfil del encarcelado en LATAM: Pobre, sin sentencia y sin defensa efectivaSegún Luis López-Calda del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en promedio, cuatro de cada diez personas privadas de libertad en América Latina y el Caribe están encarceladas sin haber sido condenadas, <a data-mce-href="https://www.undp.org/latin-america/blog/graph-for-thought/justice-delayed-four-out-ten-people-are-imprisoned-without-conviction-latin-america-and-caribbean" href="https://www.undp.org/latin-america/blog/graph-for-thought/justice-delayed-four-out-ten-people-are-imprisoned-without-conviction-latin-america-and-caribbean" target="_blank" rel="noopener">PNUD, 2023.</a>Es decir, en promedio, el 40% de las personas privadas de libertad en la región, podrían permanecer meses o incluso años en prisión preventiva, no por haber sido halladas culpables, sino por un sistema de justicia lento, ineficiente o por no poder pagar una defensa privada, una fianza o tener otras condiciones socioeconómicas que les permitan acceder a medidas alternativas a la prisión.<figure id="figure-aieai3kiwmc5jkdwm" class=""><img id="aieai3kiwmc5jkdwm" src="https://cdn.durable.co/blocks/9gIX0mkp0WyroLXpRgd3nVI7LziuQhqz6HDprYSjd8IuR3VI8Tgeycii4frVEKUO.png" alt="" title="" class="object-cover bg-gray-100 " style="aspect-ratio: 3/2; object-position: 50% 75%;" data-corners="default" data-aspect="3:2" data-caption="" data-positionx="50%" data-positiony="75%" data-fullwidth="false" data-mce-src="https://cdn.durable.co/blocks/9gIX0mkp0WyroLXpRgd3nVI7LziuQhqz6HDprYSjd8IuR3VI8Tgeycii4frVEKUO.png" data-mce-style="aspect-ratio: 3/2; object-position: 50% 75%;"></figure>Este porcentaje podría subir hasta un 50% en países del Caribe, y en otros como Bolivia y Paraguay, la prisión preventiva podría alcanzar el entre el 65% y 70 %, una cifra alarmante que atenta contra el principio de presunción de inocencia, además, este y <a data-mce-href="https://www.wola.org/wp-content/uploads/2019/05/Pretrial-detention-in-Latin-America_June-2019.pdf?utm_source=chatgpt.com" href="https://www.wola.org/wp-content/uploads/2019/05/Pretrial-detention-in-Latin-America_June-2019.pdf?utm_source=chatgpt.com" target="_blank" rel="noopener">otros estudios</a> señalan que quienes permanecen en prisión preventiva de forma prolongada, son más propensos a declararse culpables, lo que podría generar que personas inocentes y en estado de vulnerabilidad, terminen tras las rejas ante la presión que ejerce el sistema y el deterioro de su estado psicoemocional al permanecer de manera prolongada en el encierro.Otros estudios revelaron que en Costa Rica, las personas que utilizan defensa pública podrían tener entre 12 % y 26 % más probabilidad de ser condenadas, dependiendo del tipo de delito<a data-mce-href="https://gijn.org/stories/how-univision-revealed-flaws-in-costa-ricas-judicial-system/?utm_source=chatgpt.com" href="https://gijn.org/stories/how-univision-revealed-flaws-in-costa-ricas-judicial-system/?utm_source=chatgpt.com" target="_blank" rel="noopener"> (Global Investigative Journalism Network, 2017)</a>. La diferencia persiste incluso al controlar variables como nacionalidad, experiencia judicial o naturaleza del delito.<figure id="figure-ujntvd31lxmc5jlig7"><img id="ujntvd31lxmc5jlig7" src="https://cdn.durable.co/blocks/3atZR2UBIqV5pdcPoOHOnUZugY3Caet0LvYG5O3xt5iukfMDR3cBPOOUfVRyY05d.png" alt="" title="" class="object-cover bg-gray-100 " style="aspect-ratio: 16/9; object-position: 5% 30%;" data-corners="default" data-aspect="16:9" data-caption="" data-positionx="5%" data-positiony="30%" data-fullwidth="false" data-mce-src="https://cdn.durable.co/blocks/3atZR2UBIqV5pdcPoOHOnUZugY3Caet0LvYG5O3xt5iukfMDR3cBPOOUfVRyY05d.png" data-mce-style="aspect-ratio: 16/9; object-position: 5% 30%;"></figure>🧨 ¿Cuántos inocentes hay en prisión?En países como Estados Unidos se estima que entre el 1 % y el 3 % de las personas encarceladas son inocentes. Esta cifra, aunque aparentemente baja, representa a miles de seres humanos privados de libertad por errores judiciales, y que en algunos casos han pasado hasta 15 años en prisión por delitos que no cometieron <a data-mce-href="https://hsph.harvard.edu/news/a-matter-of-conviction/?utm_source=chatgpt.com" href="https://hsph.harvard.edu/news/a-matter-of-conviction/?utm_source=chatgpt.com" target="_blank" rel="noopener">[A Matter of Conviction, 2016].</a> Los datos también revelan que un 70% de quienes recibieron una condena injusta, fue a causa de una identificación errónea por parte de los testigos y un 28% fue encarcelado por medio de una confesión forzada.<figure id="figure-9kud1mwv5pmc5jna4g"><img id="9kud1mwv5pmc5jna4g" src="https://cdn.durable.co/blocks/23MHMXxdbh95Tu66Rz5Fx8T04OQZWp7yFtoJTYjpBSTwrmNk8gvexO3Fu6wz5Kfz.png" alt="" title="" class="object-cover bg-gray-100 " style="aspect-ratio: 16/9; object-position: 90% 0%;" data-corners="default" data-aspect="16:9" data-caption="" data-positionx="90%" data-positiony="0%" data-fullwidth="false" data-mce-src="https://cdn.durable.co/blocks/23MHMXxdbh95Tu66Rz5Fx8T04OQZWp7yFtoJTYjpBSTwrmNk8gvexO3Fu6wz5Kfz.png" data-mce-style="aspect-ratio: 16/9; object-position: 90% 0%;"></figure>En América Latina, no existen estadísticas regionales consolidadas, pero esta cifra podría ser igual o incluso superior, debido a la precariedad institucional, la falta de defensores públicos eficaces, la corrupción y la discriminación estructural. Un estudio reciente publicado en Latin American Research Review confirma que la criminalización se concentra en jóvenes, hombres pobres y personas sin educación secundaria completa <a data-mce-href="https://www.cambridge.org/core/journals/latin-american-research-review/article/crime-and-punishment-in-latin-america/E489CD224817D7E927533ECE7CE0504F" href="https://www.cambridge.org/core/journals/latin-american-research-review/article/crime-and-punishment-in-latin-america/E489CD224817D7E927533ECE7CE0504F" target="_blank" rel="noopener">LARR, 2023.</a>En El Salvador, el propio presidente Nayib Bukele admitió que de las más de 80 000 personas detenidas bajo el régimen de excepción implementado desde marzo de 2022, <a data-mce-href="https://www.swissinfo.ch/spa/bukele-reconoce-8.000-inocentes-liberados-en-la-%22guerra%22-antipandillas-en-el-salvador/88121454?utm_source=chatgpt.com" href="https://www.swissinfo.ch/spa/bukele-reconoce-8.000-inocentes-liberados-en-la-%22guerra%22-antipandillas-en-el-salvador/88121454?utm_source=chatgpt.com" target="_blank" rel="noopener">al menos 8 000 fueron identificadas y liberadas por ser inocentes.</a> Esta revelación fue hecha durante su visita oficial a Costa Rica en noviembre de 2024, en el contexto del Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT). Aunque Bukele defendió estas detenciones como “no perfectas” y afirmó su intención de liberar al “100 % de inocentes”, esta cifra representa aproximadamente el 10 % del total de detenidos, aunque diferentes organizaciones han indicado que esta cifra podría ser mayor.Estos datos revelan un patrón generalizado en la región: la justicia penal encarcela principalmente a personas de bajos recursos, con escaso acceso a educación formal y sin redes de protección institucional. No porque sean quienes más delitos cometan, sino porque carecen de herramientas para defenderse dentro de un sistema adverso, lento y burocrático.💸 El costo de criminalizar la pobrezaMás allá de la injusticia humana, el impacto económico también es devastador para la región. Según un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el crimen y la violencia le cuestan a la región casi lo mismo que lo que se invierte en educación: entre el 3 % y el 3.5 % del PIB regional <a data-mce-href="https://www.reuters.com/world/americas/crime-costs-latam-caribbean-almost-what-region-spends-education-idb-says-2024-11-11/" href="https://www.reuters.com/world/americas/crime-costs-latam-caribbean-almost-what-region-spends-education-idb-says-2024-11-11/" target="_blank" rel="noopener">Reuters, 2024</a>. Es decir, se invierte casi igual en castigar que en educar y mucho menos en investigación y desarrollo.<figure id="figure-xmn4ky2qwlmc5jprtn"><img id="xmn4ky2qwlmc5jprtn" src="https://cdn.durable.co/blocks/18YdDTvPoXlPLyx7iGTq0DtnrTzX8z7ViX2eVfPLdZrb61nmz9tK7QlheuDlp2Ps.jpg" alt="" title="" class="object-cover bg-gray-100 " style="aspect-ratio: 16/9; object-position: undefined undefined;" data-corners="default" data-aspect="16:9" data-caption="" data-positionx="undefined" data-positiony="undefined" data-fullwidth="false" data-mce-src="https://cdn.durable.co/blocks/18YdDTvPoXlPLyx7iGTq0DtnrTzX8z7ViX2eVfPLdZrb61nmz9tK7QlheuDlp2Ps.jpg" data-mce-style="aspect-ratio: 16/9; object-position: undefined undefined;"></figure>Paradójicamente, este gasto no mejora los índices de seguridad ciudadana. La implementación de políticas públicas basadas en la mano dura y el populismo punitivo mediante la creación de más leyes, muchas de ellas sin presupuesto para su ejecución <a data-mce-href="https://crhoy.com/congreso-recargo-al-poder-judicial-con-30-leyes-nuevas-sin-contenido-presupuestario/" href="https://crhoy.com/congreso-recargo-al-poder-judicial-con-30-leyes-nuevas-sin-contenido-presupuestario/" target="_blank" rel="noopener">(CRHoy, 2025)</a> no ha reducido la criminalidad, pero sí ha aumentado la población penitenciaria y con ello, el hacinamiento, la violencia dentro de las cárceles y la reincidencia.En contraste con el modelo latinoamericano tradicional, en Brasil existe una alternativa que se diferencia de estos sistemas en la región: el modelo implementado por la Asociación para la Protección y Asistencia a los Condenados (APAC), que funciona desde hace algún tiempo en ese país y ha sido replicado en más de 100 unidades. <a data-mce-href="https://www.dw.com/en/brazils-alternative-jails-sans-guns-and-violence/a-57325721" href="https://www.dw.com/en/brazils-alternative-jails-sans-guns-and-violence/a-57325721" target="_blank" rel="noopener">DW, 2021</a> – <a data-mce-href="https://www.aljazeera.com/news/2023/5/16/in-brazil-prisons-without-guards-offer-inmates-path-to-recovery?utm_source=chatgpt.com" href="https://www.aljazeera.com/news/2023/5/16/in-brazil-prisons-without-guards-offer-inmates-path-to-recovery?utm_source=chatgpt.com" target="_blank" rel="noopener">Al Jazeera, 2023</a>.En este modelo penitenciario:<ul><li>No hay guardias armados.</li><li>Los internos gestionan gran parte de las actividades.</li><li>Se prioriza la educación, el trabajo y el respeto por la dignidad humana.</li><li>La reincidencia se reduce al 15 %, frente al 80 % en el sistema carcelario convencional brasileño.</li><li>Costo mensual de USD 300 por persona, un tercio del gasto estatal regular.</li><li>Reduce la violencia tanto dentro como fuera de las cárceles. </li></ul>No obstante, también ha recibido críticas:<ul><li>Atiende una minoría del total de la población penitenciaria.</li><li>Su replicabilidad depende de voluntad política, financiamiento y adaptación cultural.</li><li>Enfoque religioso predominante, aunque no obligatorio, los procesos tienen una base cristiana fuerte; críticos señalan que para ingresar es requerido cierto compromiso religioso, lo cual podría vulnerar diversidad de creencias.</li></ul><figure id="figure-28cuxdktmlmc5jqvoq"><img id="28cuxdktmlmc5jqvoq" src="https://cdn.durable.co/blocks/31XsZTftWgaHSNNKAGKsObaBKo9suD34iv4gOjQenYqnbNFcrze4Xmx73RbZW8gU.jpg" alt="" title="" class="object-cover bg-gray-100 " style="aspect-ratio: 16/9; object-position: 0% 50%;" data-corners="default" data-aspect="16:9" data-caption="At APAC in the Brazilian city of Piracicaba, inmates play sports in the courtyard. Image: FBAC" data-positionx="0%" data-positiony="50%" data-fullwidth="false" data-mce-src="https://cdn.durable.co/blocks/31XsZTftWgaHSNNKAGKsObaBKo9suD34iv4gOjQenYqnbNFcrze4Xmx73RbZW8gU.jpg" data-mce-style="aspect-ratio: 16/9; object-position: 0% 50%;"><figcaption class="body-normal text-gray-500 mt-2">At APAC in the Brazilian city of Piracicaba, inmates play sports in the courtyard. Image: FBAC</figcaption></figure>En otros países como Noruega, el sistema penitenciario está diseñado sobre la base de la reintegración y no la venganza. En la prisión de Halden, los guardias no portan armas, los internos participan en programas educativos, y se fomenta una relación basada en el respeto mutuo. El resultado: una tasa de reincidencia del 20 %<a data-mce-href="https://www.bbc.com/news/stories-48885846" href="https://www.bbc.com/news/stories-48885846" target="_blank" rel="noopener"> BBC, 2019</a>, muy por debajo del promedio global.El Brennan Center for Justice ha documentado cómo estos modelos europeos —centrados en la dignidad humana— logran mejorar la seguridad pública y reducir los costos sociales del encarcelamiento <a data-mce-href="https://www.brennancenter.org/our-work/analysis-opinion/how-some-european-prisons-are-based-dignity-instead-dehumanization?utm_source=chatgpt.com" href="https://www.brennancenter.org/our-work/analysis-opinion/how-some-european-prisons-are-based-dignity-instead-dehumanization?utm_source=chatgpt.com" target="_blank" rel="noopener">Brennan Center, 2021</a>.Una advertencia para Costa Rica en tiempos de eleccionesDe cara a las elecciones presidenciales del 2026 en Costa Rica, el tema de la seguridad ciudadana ha cobrado protagonismo. Algunos sectores políticos han empezado a promover modelos de mano dura similares al que se aplica en El Salvador, presentándolos como soluciones mágicas para reducir la criminalidad.Sin embargo, como demuestran las estadísticas y la experiencia internacional, encarcelar más no necesariamente significa vivir más seguros. Al contrario, perpetuar un sistema penal que castiga la pobreza, ignora los derechos humanos y sobrecarga las cárceles, solo genera más violencia, desigualdad y frustración social a largo plazo, una situación que ya ha empezado a reflejarse en El Salvador donde cada vez son más los sectores que denuncian abusos e injusticias por parte del Estado.La cárcel en América Latina se ha alejado de su propósito de justicia y en muchos casos se ha convertido en un destino para las personas más vulnerables y que no pueden acceder una buena defensa. El sistema actual reproduce desigualdades, desperdicia recursos y lo peor, no contribuye a mejorar la seguridad en la región.Costa Rica se ha caracterizado por ser un país que defiende el respeto a los derechos humanos, sin embargo el deterioro social y el sentimiento de impunidad y desconfianza en el sistema, peligra que el país se desvíe de este camino, pero aun estamos a tiempo de avanzar hacia una justicia penal más humana, eficaz y digna.Por lo que se hace necesario abrir el debate con base en datos y experiencias, no en emociones, desconfiar de los discursos de "mano dura" que ofrecen seguridad a cambio de derechos y exigir políticas públicas que garanticen igualdad ante la ley, no solo en el papel, sino en la práctica.

La cara oculta de la justicia: pobreza, castigo y prisión

Illegal Young man Spraying black paint on a Graffiti wall.

💬 ¿Por qué Costa Rica sigue sumida en la inseguridad?Costa Rica atraviesa una de las peores crisis de seguridad en su historia. Y aunque el tema está cada vez más presente entre la población, muchas personas aún desconocen qué hay detrás del fenómeno criminal… y cómo identificar si una solución es realista o solo una promesa electoral más.En este artículo voy a referirme al problema de inseguridad en Costa Rica y qué podemos hacer para construir un país más seguro.🔍 El crimen no es solo lo visible Cuando se habla de crimen e inseguridad, muchos lo asocian únicamente con lo que vemos:<ul><li>Robos / Asaltos</li><li>Homicidios</li><li>Agresiones sexuales</li><li>Violencia general en barrios o zonas urbanas</li></ul>Pero estas conductas no surgen de la nada. Son consecuencia de una serie de condiciones sociales, económicas y culturales que las hacen posible, y que, a pesar de ser evidentes y conocidas, son constantemente ignoradas a la hora de generar políticas públicas.No se trata solo de "más policías" o "penas más largas". Se trata de entender por qué ciertas comunidades son más propensas al crimen, y qué estamos haciendo (o dejando de hacer) al respecto.🤼‍♀️ Los dos discursos públicos que no ayudanEn el debate público y político, solemos caer en dos extremos que no resuelven el problema de fondo:1. El discurso de mano dura Promete soluciones rápidas: más cárcel, más policías, más penas. Sí ayuda a contener y controlar la inseguridad inmediata, pero no resuelve sus causas. A largo plazo, este enfoque resulta insostenible si no se acompaña de políticas preventivas, ya que requiere cada vez más inversión de recursos públicos.2. El discurso técnico e idealista Habla de reinserción, y políticas públicas preventivas, pero pocas veces logra conectar con la ciudadanía común por usar un lenguaje muy técnico y desconectado con la percepción de injustica e impunidad que las personas tienen sobre el sistema. Se queda entre profesionales y académicos, pero no llega a quienes más deberían escucharlo, a pesar de ofrecer soluciones más realistas al problema.Ambos discursos tienen algo en común:👉 Cada uno se centra en un elemento específico dentro del análisis del fenómeno criminal. Sin embargo, el error que suele cometerse es creer que cada uno es independiente del otro y que no pueden trabajarse de forma conjunta. Y eso nos mantiene atrapados en un ciclo que repite errores del pasado¿Dónde nace el crimen?Es importante entender que el crimen tiene raíces muy profundas. Muchas veces se gesta en contextos de abandono estatal, donde:<ul><li>La pobreza limita oportunidades reales</li><li>La desigualdad dificulta el acceso a educación y empleo</li><li>La infraestructura comunal deteriorada refleja el abandono estatal</li><li>El recurso policial escasea y no llega a tiempo</li></ul>Estas condiciones crean un entorno fértil para que jóvenes vean en el delito una forma de vivir, tener poder o pertenecer a algo. Y esto no es mera teoría, los datos lo demuestran.📊 Zonas de mayor incidencia criminal – ¿Qué muestran los datos?El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) tiene claro cuáles son los sectores del país con altas tasas de homicidios, robos y violencia en general.📝Según la Memoria Anual 2024 del OIJ, en el país hubo un total de 879 víctimas por homicidio doloso durante ese año. La provincia de San José lideró las cifras, con 250 casos reportados. A nivel cantonal, el cantón San José fue el más afectado, con 98 víctimas, lo que lo posiciona como el área con mayor prevalencia delictiva del país.Le siguen el cantón de Limón (87 víctimas) y el cantón de Puntarenas (61 víctimas).➡️ Los datos reflejan que más de la mitad de los homicidios dolosos que se cometieron en el país durante el 2024, se concentraron en sólo 10 cantones. Y para el caso de asaltos o hurtos, el cantón central de San José concentra más de la mitad de las denuncias interpuestas en ambos tipos de delito.📊 Homicidios dolosos Costa Rica 2024<figure id="figure-w113tlvwamb9shk4l" class=""><img id="w113tlvwamb9shk4l" src="https://cdn.durable.co/blocks/dBBz0H9b9dePs6MyKFoFsjNHxTPc4djEWLiI8egsfrJ7bSDOm0o8yjRy1MVtpVQR.png" alt="" title="" class="object-cover bg-gray-100 rounded-2xl md:rounded-3xl lg:rounded-4xl" style="aspect-ratio: 1/1; object-position: 50% undefined%;" data-corners="large" data-aspect="1:1" data-caption="" data-positionx="50%" data-positiony="undefined%" data-fullwidth="false" data-mce-src="https://cdn.durable.co/blocks/dBBz0H9b9dePs6MyKFoFsjNHxTPc4djEWLiI8egsfrJ7bSDOm0o8yjRy1MVtpVQR.png" data-mce-style="aspect-ratio: 1/1; object-position: 50% undefined%;"></figure>📊 Asaltos Costa Rica 2024<figure id="figure-zayp4pl2cfmb9si5qp"><img id="zayp4pl2cfmb9si5qp" src="https://cdn.durable.co/blocks/24MmfvehIFbBA4RDQbgSqyn8EyliUD1fNhfe5pnvrRPuowti7FdzkRaL9fgnmIAf.png" alt="" title="" class="object-cover bg-gray-100 rounded-2xl md:rounded-3xl lg:rounded-4xl" style="aspect-ratio: 1/1; object-position: undefined undefined;" data-corners="large" data-aspect="1:1" data-caption="" data-positionx="undefined" data-positiony="undefined" data-fullwidth="false" data-mce-src="https://cdn.durable.co/blocks/24MmfvehIFbBA4RDQbgSqyn8EyliUD1fNhfe5pnvrRPuowti7FdzkRaL9fgnmIAf.png" data-mce-style="aspect-ratio: 1/1; object-position: undefined undefined;"></figure>📊 Hurtos Costa Rica 2024<figure id="figure-u36u4qvf1mb9sijld"><img id="u36u4qvf1mb9sijld" src="https://cdn.durable.co/blocks/35Jl9fPWZXTEqFItiPjg8ayNpuByGERDjmDEa1yaLuuViqMAQMWHoXSvh96f7nfc.png" alt="" title="" class="object-cover bg-gray-100 rounded-2xl md:rounded-3xl lg:rounded-4xl" style="aspect-ratio: 1/1; object-position: undefined undefined;" data-corners="large" data-aspect="1:1" data-caption="" data-positionx="undefined" data-positiony="undefined" data-fullwidth="false" data-mce-src="https://cdn.durable.co/blocks/35Jl9fPWZXTEqFItiPjg8ayNpuByGERDjmDEa1yaLuuViqMAQMWHoXSvh96f7nfc.png" data-mce-style="aspect-ratio: 1/1; object-position: undefined undefined;"></figure>🔍 ¿Qué tienen en común los cantones y distritos más violentos del país?Si revisamos el informe del Estado de la Nación 2024, estos mismos cantones presentan algunas variables socioeconómicas significativas en cuanto a la tasa cantonal de homicidios:<ul><li>Mayores tasas de desempleo</li><li>Hogares con hacinamiento</li><li>Mayor porcentaje de pobreza</li></ul>➡️ Es decir: donde menos desarrollo social hay, mayor es la incidencia criminal.<figure id="figure-shna79zkumb9sj9zd"><img id="shna79zkumb9sj9zd" src="https://cdn.durable.co/blocks/1bSA1qYghUeGe42eTQWXDYvFnu3WxckllcupXeU839xyM2ZO0EMkPfqvQjOTvjMg.png" alt="" title="" class="object-cover bg-gray-100 rounded-2xl md:rounded-3xl lg:rounded-4xl" style="aspect-ratio: 3/2; object-position: undefined undefined;" data-corners="large" data-aspect="3:2" data-caption="" data-positionx="undefined" data-positiony="undefined" data-fullwidth="false" data-mce-src="https://cdn.durable.co/blocks/1bSA1qYghUeGe42eTQWXDYvFnu3WxckllcupXeU839xyM2ZO0EMkPfqvQjOTvjMg.png" data-mce-style="aspect-ratio: 3/2; object-position: undefined undefined;"></figure>&nbsp;🧠 Entonces… ¿por qué no se actúa?Las autoridades ya tienen identificadas las zonas con mayor incidencia criminal. De hecho, es gracias a esta información que se planifican las diferentes operaciones policiales de inteligencia en el país.Entonces surge una pregunta clave: ¿Por qué no se han abordado las problemáticas sociales en estos sectores? 👉 La respuesta no es simple, pero puede estar en la falta de coordinación entre instituciones y en la priorización de medidas visibles y electorales, antes que estrategias sostenibles y estructurales.&nbsp;🛡️ Prevención y reinserción: piezas clave de una solución realLas estrategias de prevención y reinserción no deben interferir con otras medidas de control y represión del delito. De hecho, pueden ser complementarias.Es necesario:<ul><li>Mejorar la infraestructura penitenciaria</li><li>Fortalecer los controles internos para evitar que el crimen siga gestándose dentro de las cárceles</li><li>Reforzar a nuestras fuerzas policiales frente al crimen organizado</li></ul>Pero también debemos evitar de caer en el error de priorizar el discurso de mano dura sobre los verdaderos problemas que generan violencia en el país.&nbsp;⚖️ El sistema judicial colapsado y la desconfianza ciudadanaEl Sistema Judicial costarricense se encuentra actualmente muy debilitado. A medida que aumenta la criminalidad, se requieren más recursos para investigar y perseguir delitos. Además, existe un sentimiento generalizado de impunidad frente a decisiones de jueces y fiscales, lo cual genera dudas y desconfianza entre la población.Un sistema lento, saturado y poco transparente no solo afecta la justicia, también reduce la posibilidad de prevenir nuevos delitos.&nbsp;🧩 Soluciones reales, contexto nacionalHay que recordar que los modelos extranjeros pueden servir de guía, pero la política criminal debe obedecer al contexto y realidad nacional. A diferencia de otros países, en Costa Rica la criminalidad se puede atender de manera focalizada, mediante una intervención interinstitucional que ofrezca soluciones reales y a largo plazo a las comunidades que hoy se ven afectadas por la infiltración del crimen organizado.Si bien es cierto se debe invertir en más policías y cárceles, la realidad es que año tras año se ofrecen soluciones para invertir en ello, se endurecen penas o se crean nuevos delitos, y aún así las cifras de violencia siguen en aumento. Y nuestro sistema de justicia sigue saturándose de investigaciones, denuncias y juicios que afecta el avance de los casos y no garantiza una justicia pronta y cumplida.&nbsp;🏗️ Recuperar los espacios más violentos: una prioridad urgenteLa recuperación de los distritos o cantones más violentos debería ser una prioridad actual al momento de elaborar política pública. Esto se puede lograr desde la articulación entre:<ul><li>Gobiernos locales</li><li>Fuerzas policiales</li><li>Instituciones educativas y sociales</li></ul>Pero también requiere de una ciudadanía involucrada, a la que se le brinde previamente las herramientas necesarias: programas de seguridad, apoyo psicosocial y oportunidades de desarrollo reales.👉 Si queremos un país más seguro, tenemos que mirar más allá de las noticias. Mirar al sistema, las oportunidades que faltan y lo que el Estado sí puede cambiar.&nbsp;

Andrea Castellón S

Hablemos de Criminología

Sobre mí

Artículos

Corrupción y poder

La cara oculta de la justicia: pobreza, castigo y prisión

Inseguridad en Costa Rica ¿Prevención o mano dura?

Contacto